Euskera

Carta al director en Noticias de Gipuzkoa.

Anoche tuve un sueño. Soñé que una anciana se acercaba lenta y pesadamente hacia mí para decirme: «Dejadme todos en paz. Que me hablen los que me amen y si queréis que me hablen, haced que me amen».

Creemos que una lengua es algo que podemos adaptar, dominar, enseñar, transformar y dirigir a nuestro antojo. Pues no. La lengua que hablamos cada uno, cualquier lengua, forma parte de nuestro ser, nos conforma, expresa la realidad, el mundo, la vida.

La lengua que hablamos, cualquier lengua, somos nosotros, evoluciona con nosotros, nos descubre y se descubre. La lengua que hablamos, cualquier lengua, como nuestros hijos, como nuestros padres, como aquello que más queremos, como la tierra misma, está viva, y nace y se transforma, enferma y sana, se alegra y sufre, y muere… como todos nosotros, como los que nos precedieron, como todas las lenguas, como las que les precedieron.

Por eso, sólo amando a nuestra anciana amiga, podemos hacer que permanezca más tiempo entre nosotros.